Tomo-chan is a girl es una serie de manga yonkoma escrita e ilustrada por Fumita Yanagida. Actualmente, ha recibido adaptación al anime y se encuentra en emisión por Crunchyroll. Esta serie nos cuenta la historia de una joven llamada Tomo, que está enamorada de su amigo de infancia Junichiro Kubota.
Nuestra protagonista se caracteriza por ser una “tomboy”, es decir, que es una chica de expresión masculina que ama los deportes y las peleas. Debido a esto, su mejor amigo de toda la vida la percibe como “un amigo más” y no la reconoce como una chica o la trata como tal.
Como bien sabemos los fanáticos del anime, el género de la comedia romántica ha estado arrasando en el último tiempo con varias adaptaciones de mangas al anime que han resultado ser exitosas e hilarantes. El ejemplo más famoso de este rotundo éxito es la serie Kaguya-sama love is war que, con tres temporadas, y próximamente una película, sigue creciendo como franquicia.
Las premisas de romance escolar son las más comunes dentro del género. Sin embargo, pese a seguir esta fórmula, Tomo-chan se diferencia de sus contrapartes al poseer una premisa distinta que, si bien es sencilla, es ejecutada a la perfección.
Originalmente inició como una serialización de viñetas en Twitter que se posteó entre 2015 y 2019. Este webcómic, finalmente, fue recopilado en 8 volúmenes tankobon y, en 2016, recibió el premio Next Manga Award en la categoría de web manga. Este año recibió una adaptación del estudio Lay-duce que empezó a emitirse el 5 de enero y que cuenta con 9 episodios de 13 hasta la fecha.
Tomo-chan una serie con personajes carismáticos
Uno pensaría que un anime cuya trama es escapar de la “friendzone” podría ser cliché y poco atractiva para nuevos espectadores, pero esto no podría estar más alejado en el caso de Tomo-chan. Si bien la serie en sus bases es sencilla, los personajes, tanto sevundarios como principales, son sumamente carismáticos y completos en su justa medida.
Las interacciones de los personajes se sienten naturales y son realistas para jóvenes de esa edad, sin dejar de ser sutilmente exageradas para efectos del humor japonés. El guion aprovecha muy bien su premisa para hacer reír, y, a la vez, generar un vínculo con los personajes, estableciendo caracteres definidos que contrastan entre sí.
Tomo Aizawa es una protagonista refrescante y única que destaca por su carisma, lealtad y voluntad. Más allá de lo que se espera de una heroína de comedia romántica, ella resalta por ver el mundo y vivir la vida bajo sus propios términos, independiente de los otros puedan esperar. Su vínculo con Junichiro Kubota se siente completamente justificado por la forma en que estos dos interactúan y exploran los límites de su amistad.
El dilema de hacia dónde quieren progresar su relación se narra con una honestidad e ingenuidad propia de esa etapa de la vida. Se siente como si realmente fuesen dos jóvenes buscando entender qué desean encontrar en el otro y qué hacer con los nuevos sentimientos que la pubertad les ha traído.
Una de las características más apreciables de la narrativa es que desechan el típico cliché de que todo lo que ocurre se debe a la falta de comunicación. Esto se resuelve abriendo la serie con una confesión frustrada, que es lo que gatilla la premisa de que Tomo debe buscar la manera de ser percibida como una chica. El problema es más complejo que solo no manifestar los sentimientos. Tomo es franca y transparente en lo que le gusta y lo que no. Pero de nada sirve confesarse si Jun se niega a verla y entenderla como una mujer.
No obstante, este proyecto de cambio no es más que un experimento empezado por su mejor amiga, Misuzu, y no una genuina inseguridad de la protagonista, pues la serie constantemente nos recuerda que Tomo es perfecta tal cual es.
Es una excelente amiga, una persona leal, sincera, genuina y la mejor luchadora de karate. Ha heredado las técnicas de lucha de su padre, y no teme usarlas para defender a sus seres queridos, pues no se inhibe de recurrir a la violencia física si lo considera necesario. Es sumamente valiente e impulsiva, lo que la lleva a varias situaciones inesperadas y emocionantes.
Sin embargo, la serie no solo no critica la forma de ser de Tomo y alaba su autenticidad, sino que también resalta con un cast de personajes secundarios que demuestran que hay muchas formas de ser una chica. Se desvincula el estereotipo de que existen chicas distintas, mejores que las chicas tradicionales, o que hay algo malo en ser tradicionalmente femenina. Destaca a su protagonista sin la necesidad de pisotear otras formas de ser mujer. Ser más o menos femenina no le suma o resta valor a las otras chicas del cast.
Tomo-chan es una serie divertida, cálida y sencilla, que celebra a sus personajes y les permite crecer y madurar. Todo esto basándose en un webcómic de comedia ligera, pero hilando una narrativa sumamente encantadora de dos amigos que deben descubrir cómo navegar su amistad y llevarla al siguiente paso. Sin entrar en spoilers, y solo mencionando aquello que es visible desde el primer episodio, nos queda claro quién es Tomo y cuáles van a ser sus desafíos a la hora de acercarse a Jun. Si bien su guion es menos intricado, por venir de una publicación menos secuencial que un manga tradicional, consigue ser una experiencia disfrutable.
Imagen: Crunchyroll
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