La cerveza es una de las bebidas con alcohol más populares en todo el mundo, ahora se une a la nueva era tecnológica gracias a científicos de la Universidad de Granada (UGR) y de la empresa NanoMyP® quienes han desarrollado el uso de la nanotecnología para mejorar la calidad del proceso de fabricación de esta bebida.
Para determinar la calidad de la cerveza debe existir en su compuesto una cantidad específica de amina biógena triptamina, un grupo de componentes químicos de gran relevancia en alimentación que se forman por la descarboxilación de aminoácidos durante los procesos de fermentación de alimentos tales como quesos, vinos, cerveza, carnes procesadas, pescados procesados, etc, siendo indicadores de la calidad de los mismos y que en el caso de la cerveza le asegura buen sabor y calidad.
Poder precisar y sobre todo controlar la cantidad de dicho componente en la fabricación de cervezas requiere de tiempo, personal especializado y maquinaria compleja y adecuada, lo que supone un incremento de inversión a la hora de controlar su calidad.
Científicos de la Universidad de Granada (UGR) y de la empresa NanoMyP®, spin off de la UGR, en España, han desarrollado un sensor óptico basado en el uso de nanomateriales que permite mejorar la calidad del proceso de fabricación de la cerveza, ya que usa un tejido de nanofibras fabricado con electrospinning como zona de reconocimiento.
Aminorar los costos de producción de la cerveza
Este sensor es mucho más económico y fácil de usar. En comparación con todos los sistemas para detectar la amina biógena triptamina de la actualidad, que se basan en métodos separativos (HPLC), la nanotecnología los supera en amplios sentidos.Los métodos HPLC convencionales son muy robustos, precisos y de excelentes características analíticas, pero también son caros, lentos, y requieren de una instrumentación compleja así como de personal muy instruido para poder obtener resultados aceptables.
Mientras que la nanotecnología simplifica el trabajo y aminora los costos de producción, no requiere de personal altamente calificado ni de mecanismos complejos que necesiten tiempo y destreza en su manejo.
Este sensor funciona sumergiéndolo en la cerveza, las aminas presentes se quedan “adheridas” a este material y midiendo su luminiscencia se puede identificar la cantidad de triptamina que hay presente, tomando en cuenta la cantidad de luz que emita la triptamina retenida en la membrana.
Con este avance tecnológico ¿Crees que las cervezas serán más deliciosas y económicas que antes?
Imagen: Flickr
estos temas me apasionan, desde que empezaron con esto, innovaron en la ciencia demasiado.