Ada Lovelace: La primera mujer programadora informática

Cada 8 de marzo desde 1975 se celebra en el mundo el Día Internacional de la Mujer. Se conmemora la lucha de la mujer por respeto, por su participación y por la igualdad en la sociedad. Existen muchas mujeres que en su tiempo fueron juzgadas por su trabajo, una de ellas fue Ada Lovelace. Sin embargo, si no fuera por sus aportes a la ciencia, el mundo no sería lo que es hoy.  Ella fue la primera programadora informática del mundo.

Si bien la primera generación de computadoras apareció en el año 1940, el lenguaje de códigos se venía estudiando desde un siglo antes. El profesor británico de matemática Charles Babbage diseñó la “Máquina analítica”, un aparato que combinaba la gama de engranajes de adición de su “Máquina diferencial” con un elaborado sistema operativo de tarjetas perforadas. Un computador moderno de uso general.

Sin embargo, fue Ada Lovelace quien expuso el algoritmo que evidenciaba cómo podía utilizarse la máquina para computar una secuencia de números complejos.

La encantadora de números, ella era Ada Lovelace

Ada Lovelace es hija del poeta George Gordon, Lord Byron, y Annabella Milbanke amante de las matemáticas. Sus padres se separaron cuando ella tenía dos meses. Fue su madre quien promovió su interés en la ciencia y las matemáticas desde pequeña. Para que no siguiera los pasos de su padre y se volviera loca. Sin duda alguna una decisión acertada.

Solían decir de ella sus contemporáneos que era “demasiado matemática”. Su pasión por la investigación preocupaba a sus allegados, puesto que para la época se creía que la constitución femenina era demasiado débil para soportar tanta “tensión mental”. Augustus De Morgan quien fue uno de sus profesores, dijo que necesitaría de “toda la fuerza de la constitución de un hombre para sobrellevar la fatiga de pensamiento que sin duda acabaría padeciendo”.

Pero a Ada no hubo quien la detuviera, y recibió todo el apoyo de su madre. Entre sus mentores se encuentra la ilustre Mary Somerville, prestigiosa científica de la época que siempre la alentó a seguir estudiando. Y así fue como conoció a Charles Babbage, la única persona que compartía con ella su fascinación por las cuestiones de mecánica y quien la apodo cariñosamente como “la encantadora de números”.

Una mente brillante

Ada y Babbage se hicieron amigos, su relación la estimuló intelectualmente, le ayudó a avanzar en sus especulaciones sobre el cálculo. En 1841 ella le pidió trabajar juntos, a Babbage le pareció bien la idea. Así que Ada empezó a traducir el artículo del científico italiano, Luigi Federico Menabrea.

Ella tenía dos objetivos muy claros: El primero dar a conocer el valioso trabajo de su amigo. Y el segundo, cumplir su sueño de alcanzar una vida intelectual, dejar una huella más allá de la maternidad y el matrimonio.

Y lo que empezó como un trabajo llamado “Notas” se convirtió su propio estudio sobre la Máquina Analítica. Si bien Babbage la asesoró, Ada fue enteramente la autora de ese trabajo. Expuso el primer algoritmo que evidenciaba cómo podía utilizarse la máquina para computar una secuencia de números complejos.

Dedujo y previó la capacidad de los ordenadores para ir más allá de los simples cálculos de números, el primer programa de ordenador. La revista Scientific Memoirs publicó las “Notas” en septiembre de 1843. Con el título de «Sketch of the analytical engine invented by Charles Babbage», y firmada con sus iniciales A. A. L.

Su trabajo se vio afectado cuando se supo a quién correspondía, por su condición femenina los científicos no se lo tomaron en serio. Su investigación fue olvidada por muchos años; sin embargo, hoy en día la reconocen como la madre de la informática, incluso se celebra anualmente “El día de Ada” cada segundo martes de octubre.

Una mujer adelantada a su época, que fue juzgada por su visión futurista y por su género, pero que nunca dudó de sí misma. Así fue como Ada Lovelace sentó las bases de la programación. Por mujeres como ella, cada 8 de marzo celebramos la lucha por la igualdad en la sociedad, porque ellas también han cambiado el mundo de la ciencia y la tecnología.

Imagen: Wikipedia